Las organizaciones cada vez más reconocen que deben ser empresas sostenibles y la importancia de ir más allá del desarrollo económico, destinando parte de sus acciones al crecimiento sostenible.
El impacto ambiental y la explotación indiscriminada de recursos naturales, aunado al contexto político y social, inciden en el futuro de las organizaciones y la estabilidad financiera de la población.
Por ello, te explicamos en este artículo qué es el crecimiento sostenible y por qué es tan importante su aplicación en las empresas.
Qué es el crecimiento sostenible
El crecimiento sostenible es un modelo de gestión que toma en consideración el impacto social y ambiental que puede generar la organización a largo plazo, como parte de su proceso de desarrollo financiero. Es decir, se puede entender como el tipo de desarrollo que combina la expansión económica y la responsabilidad ambiental.
Para integrar el crecimiento sostenible en una empresa, es fundamental implementar prácticas como, por ejemplo, el uso de fuentes de energía renovables para reducir su huella de carbono.
Importancia del crecimiento sostenible
Existen diferentes razones por las que el crecimiento sostenible es importante. Primero, se trata de un modelo de gestión que promueve el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente.
Del mismo modo, toma en cuenta el impacto económico de las decisiones estratégicas impulsadas por la empresa, así como los efectos sociales que dichas medidas puedan ocasionar en la población y comunidades vulnerables.
Por último, es importante destacar que las empresas que implementan un crecimiento sostenible, mantienen un mayor compromiso social, a la vez que desenvuelven resiliencia frente a las fluctuaciones del mercado y nuevas regulaciones legales.
Beneficios del crecimiento sostenible
El crecimiento sostenible tiene ciertos beneficios gracias a que se centra en el equilibrio de los distintos tipos de sostenibilidad: el desarrollo económico, la preservación del medioambiente y el bienestar social.
Protección del medioambiente
Las prácticas sostenibles favorecen la conservación de los ecosistemas locales y sus especies, minimizando el impacto humano negativo y la sobreexplotación de los recursos naturales.
Reputación empresarial
Las compañías que integran el crecimiento sostenible en su estrategia empresarial generan más confianza entre los consumidores y aumentan la competitividad de cara a sus rivales comerciales.
Diferenciación con respecto a la competencia
Al tener que desarrollar soluciones sostenibles a los problemas de la empresa, se promueve la creatividad, lo que hace que se cree una ventaja diferencial con respecto a la competencia.
Reducción de costes
Finalmente, la implementación de soluciones alternativas o nuevas tecnologías para mejorar procedimientos, productos y servicios repercute en el aprovechamiento de recursos y la reducción de residuos y costes.
Si necesitas asesoramiento medioambiental porque quieres formar parte del cambio y ser uno de los agentes clave del desarrollo sostenible, desde nuestra consultora ambiental te acompañamos en todo el proceso.